miércoles, diciembre 21, 2005

Siguiendo el juego...

Hace mucho que no salgo de mí misma.
Como perdida en el espacio y el tiempo, me escondo, reflexiono y me sumerjo en no sé donde...
Sigo el juego del destino, que no sé adónde me lleva, pero que me lleva a algún lugar. Y trato de salir como de puntillas, con cuidado para no tropezar y no tener que esconderme de nuevo. Ese juego no me gusta. Camino, aunque con un poco de dolor, hablo haciendo pausas, río con cautela, juego. Veo una luz, por ahí, algo que me hace fruncir el ceño, y cubrirme la cara, pero que a la vez me llama hacia donde está. Son sus ojos que me están mirando...

jueves, noviembre 10, 2005

Ilusiones

¿Y qué sería la vida sin ilusiones?
Ya lo había dicho una vez y lo seguiré diciendo...
Yo no me veo pisando tierra firme todo el tiempo... simplemente no me puedo visualizar así. No sería yo.
A veces prefriero estar como flotando en una nube (y la verdad me niego a bajarme) antes que aterrizar y cohabitar con la fría y sosa realidad.
Qué singracia sería la vida sin ilusiones. Ilusiones de todo tipo. Aunque haya más de un tipo que te evapore la nube de un sólo soplido y te estrellés contra la planta más baja de las realidades.
En esos casos prefiero usar el ascensor y bajar poquito a poco a la tierra después varios placenteros viajes en una nube desde donde se ve todo el Valle Central, por no decir el Planeta entero...

¡No los entiendo!

Por qué a veces susurran
cosas deliciosas al oído
y después callan su voz
hasta por escrito.
Por qué a veces te llaman tres y cuatro veces
y después ganan las olimpiadas de la desaparición.
No entiendo a los hombres que quieren que los consientas,
pero simpre están demasiado ocupados
para ese propósito.
No entiendo cuando dicen
que no juguemos con sus sentimientos,
si pasan casi siempre aparentando
que no los tienen...
Sencillamente ¡no los entiendo!

miércoles, septiembre 28, 2005

Aquellos besos robados

Los besos apasionados, los tiernos, los largos y eternos, los cortos y suaves, los mojados, los secos, los sonoros y silenciosos, los sin ganas, los que asfixian, los que pican o los que saben a fresa, o a chocolate...
Todos esos besos se llegan a olvidar fácilmente y tenemos que rebuscar un poco y hacer memoria para revivir esa sensación en nuestros labios.
Pero los besos robados, esos que te dieron, o más bien te quitaron.... son los que siempre se recuerdan. Yo recuerdo tres besos robados y siempre de colores.
Tres besos, tres colores.
Uno verde nocturno, velado por un farol de la casa.
Otro gris, en la calle, con presagio de lluvia.
Y el tercero, tal vez el más bonito que me hayan robado en mi vida... Color amarillo sol, justo como lo había imaginado, callejero también, tímido y miedoso, por los autobuses que pasaban... pero sin importarle nada, sólo quería llegar a mi corazón.

domingo, septiembre 18, 2005

Mi encuentro conmigo misma

Me gustan tus zapatos, me dijo una vocecilla aguda, apenas me senté. Su dueña asomaba unos ojillos vivarachos por encima de la mesa, mientras comía una paleta de dulce. Y a mi tus pendientes... ¡son de mariquitas! contesté.
Sus billetes por favor. Vamos a Segovia. ¿A dónde vas? No dejaba de preguntar ¿Y eso está muy lejos? ¿No comes dulces? No, voy a comer frutas. A mí me gustan las frutas. Y a mi los dulces... ¿Tienes frío? El aire del tren me ponía la piel de gallina, o sería la sensación de estar viéndome frente a frente con unos 21 años menos... Yo por eso uso esta chaqueta... ¡Mira los molinos! Ya no los viste... Papá ¿Puedo pintar? Y comencé yo a dibujar en mis sueños una imagen inquieta no tan disímil a la de la figurilla que me acompañaba en aquel viaje.
Desperté con una canción de la incansable duendecilla rosa. Veo veo, qué ves, una cosita y de qué color es... y me sentí de repente objeto de las miradas y parte de aquel juego infantil...
¿Te gusta cantar? Si, mucho ¿Y bailar? Estoy aprendiendo sevillanas... Dentro de poco nos bajamos, vamos a un cumpleaños. Yo también voy a un cumpleaños pero a Madrid.
¿Ya conoces Villalba? Cuando vuelvas en este tren tienes que pasar por ahí. ¿Cuando es tu cumpleaños? ¿A finales de noviembre? Si el 29. El mío a principios de diciembre... el 9.
Sólo faltaba que su nombre fuera como el mío. Pero se llamaba Clara.
Estoy convencida que existen los duendes.
Y no sé sí es conicidencia pero siempre me aparecen en los trenes.
Cuando vuelva en ese tren, seguro que visitaré Villalba...

sábado, agosto 20, 2005

Vuelo libre

Leo un libro que me hace recordarte: y te veo pequeño, abriéndole la puerta a un pajarito para que salga volando libre, lejos de vos. Le abrías la jaula sin hacer caso a las voces de tu abuelo, que te decía que era el último que te regalaba. Pero que luego te traía otro y otro más... Creo que él también disfrutaba de la travesura y miraba con agrado la emoción y el brillo de tus ojos al dejar escapar al inofensivo bichito.
Sigo leyendo y me sigo acordando: tampoco te gusta enjaular las palabras, las dejás libres siempre, les abrís de par en par las puertas de tu corazón para que salgan sin problemas. Tus palabras viajan ligeras hasta mis oídos, aunque no las entienda, aunque me cueste creeralas, aunque me hagan llorar de emoción, al ver el brillo de tus ojos cada vez que las dejás escapar.
Termino de leer: y te entiendo un poco más, llegan hasta mí tus palabras que simplemente no podés dejar encerradas. Y los pajaritos vuelan hasta mi cabeza y me revolotean en el corazón, pero yo también los tengo que dejar en libertad, les abro la puerta de la jaula para que se vayan, que escapen lejos y dejen de picotear y no se coman las pocas migajas que me quedan de recuerdo, los pocos trocitos que conservo de tu amor. 


jueves, agosto 18, 2005

Ciclón mental

No sólo mi equipaje está en desorden. Mi cabeza también. Ha sido desordenada por las fuerzas centrífugas de los recuerdos y quiere estar aquí y allá, todo a la vez. Quiere pasar por miles de lugares a una velocidad imposible... Quiere devastar con furia lo que le queda al tiempo.
Sin embargo me quedo quieta dentro del ojo del ciberespacio, inmóvil, fría y no hago nada...
Quiero que el tiempo pase, otra vez el tiempo... O quiero que se devuelva!
Ya no sé... el ciclón en mi mente tiene todo volando.
Volando... en cuanto tiempo voy a estar volando? cuanto tiempo falta? o no falta...
Y entre todo y el desorden hasta he perdido las imágenes, las ideas, las palabras, la cabeza. Que sigue dando vueltas tratando de acomodar mis desorden.

martes, agosto 16, 2005

Tormenta

Pero de las buenas...
Por fin lluvia de verdad. ¡Tormenta!
Lluvia de la que sí moja y es más, empapa.
Sonido a lluvia en los árboles. Sonrío. Cuánto extrañaba ese sonido.
Sonido a río revuelto. Igual que mi corazón.
¡Qué más da! que me lleve la corriente... me dejo llevar.
Tormenta. Ya te extrañaba.
Intranquila pero contenta, me gusta la tormenta.
Me da lo mismo verla de lejos, que mojarme en ella.
Siempre y cuando el agua moje de verdad.

jueves, julio 14, 2005

¡Algo frío por favor!

¿Un helado? ¿Un refresco? ¡Algo frío por favor! Que me apague la sed que me quema, por verte otra vez. Quiero un helado que me sepa a tus besos y un refresco que me sepa a tus abrazos, que de fríos nada tienen y que me endulzan la vida.
Quiero ir sorbito a sorbito, conociendo tu vida. Ponerle chispas de chocolate y un poco de fresa también.

lunes, julio 04, 2005

Tengo (un) sueño

Ojos somnolientos, así los tengo hoy. ¿Por qué duermo poco?
Será el calor. Las películas que vimos Mari y yo. Un reto. Un libro. Una preocupación. Un sueño... ¡qué sueño! Se vuelven a cerrar mis persianas...
Quiero hacer tantas cosas que no me alcanza el tiempo. Dormida no puedo escucharte. Sólo te puedo soñar... Y en mi sueño te escribo todo lo que depierta no puedo. Y en mi sueño te digo todo lo que despierta no me atrevo.
Salgo de puntillas. Siete de la mañana. Gracias Mari, nos vemos mañana... ¿Mañana? Es muy bonito tu "piso". Y también logro soñar con él. Cuando me duermo, cuando cierro los ojos y me entra el sueño, aunque sea poco.

domingo, junio 26, 2005

La otra vida

La de ayer... cuando decía que lloraba, pero no... cuando era fuerte y siempre sonreía.
Cuando parecía no sentir las espinas de la vida. De la otra vida. La de mis quince. A la que no quiero volver. Cuando siempre andaba "asquerosamente alegre".
Cuando mis pies iban firmes por la vida, pero no por el asfalto.
Cuando me gustaban dos y tres y cuatro... eso no ha cambiado.
Pero te das cuenta que vas creciendo porque algo le pasa al corazón, que se pone como débil, que está sensible y ahora si le importa si lo quieren o no lo quieren.
Sabe que poquito a poco va dejando atrás las cosas bellas, la vida. Quizás sabe que le falta poco y está llegando a su destino.

jueves, junio 23, 2005

La vida perra...



O llena de manchas, lunares, tropezones, salpicones de lodo y charcos profundos que no te dejan salir sin ensuciarte. Así es...
"No se puede saber cuál es la profundidad de un charco hasta que no se ha metido el pie en él" (Murphy) No podés saber cuán profundo es un sentimiento hastas que no te empapes en él...
Quiero que llueva, que nos mojemos, que el agua caiga y sentir todo su peso sobre mis hombros.
Quiero empaparme de vos, no me importa andar como un perro mojado por allí. Si la vida es así de perra.. ¡Qué más desearía! Sería patita de perro de por vida y seguiría metiendo la pata en el charco ¡para empaparme de vos!

viernes, mayo 20, 2005

Brisa Triste

Síndrome del funcionario perezoso. Así podríamos describir esa apatía y pseudotristeza que tenían tus ojos. Pero como todo en esta vida tiene su compensación, aquí estoy yo con mis ojos alegres y mi sonrisa para contentarte.
¿Por qué no te puedo querer como quisieras?
No sé . Yo te quiero como te quiero, así con mi sonrisa y mis oídos abiertos. Así con ganas de verte, escucharte y absorber como una esponja todo tu ser.
Pero no es pasión. ¿Por qué? No sé.
Y guardo la distancia, pero tu voz me atrae y tus historias me encantan y me bebo las madrugadas en una taza de té. Que sabe amargo, conmo cada despedida. En la que noto tu tristeza y tu melancólico adiós. Y vuelvo aver tus ojos tristes y me vuelve el no-sé-qué en el alma. Que te quiere, sí te quiere. Pero no como quisieras. Y que descubre las verdades en tus letras y los enredos enmarañados en tus verdades.
Pero a mi sonrisa, a mi cara no le importa. Y te sigue por la carretera, desenredando las rutas de esta brisa y no dejándose vencer por la tristeza que te envuelve. Que envuelve esta amistad con su brisa.

lunes, mayo 16, 2005

A la velocidad del sonido

Saturada, de sonidos, de imágenes, de nombres, de lugares. Noticias. Saturada de sentimientos. Un remolino de información que desordena mi alrededor y también mi interior.
Saturada de luz y de noche también. De frío, de calor, de lluvias y madrugadas. De sonrisas... ¿por qué todo me cansa?
Saturada de voces que dicen mi nombre y ojos que me persiguen: ¡Quiero estar sola! Saturada de esta soledad: ¡Quiero estar con vos!

jueves, mayo 12, 2005

Lo que cuenta el aire

"I forgot my own country and my own race... My God, A bit of Europe and a bit of historical materialism and I forgot everything, the stories I used to hear from my grandmother..." (Eco)
Cuentos de abuelas... Que de lo verdaderamente importante uno no se olvida. Del tiempo. de la gente importante. Del corazón. De la gente que te ha tocado ese músculo cardiovascular, sensible y trabajador, al que le ponemos más trabajo de la cuenta cuando volvemos a ver a alguien especial. Cuentos de abuelas... Que el tiempo te hace olvidar... Puros cuentos... Que con el tiempo solo se cierran las heridas y se sana el dolor, pero la memoria queda. Uno no olvida, no. Lo bonito no se olvida, permance. Lo nefasto lo enterramos, pero no lo olvidamos del todo tampoco. Esos son cuentos de abuelas... Al menos yo, no me puedo olvidar. Del latir de tu corazón y del rojo de tus mejillas. Tus pies. Y un suspiro. Es imposible olvidarlo todo...

martes, abril 12, 2005

Alergia a la primavera...


Eso es lo que tengo. A las flores que ahora me parecen cursis.
Y que no me dejan respirar en paz.
Alergia a la primavera... a que se me hinche el corazón y que sus lado
me hagan sentir después un dolor que no quiero. Picor en los ojos.
Lágrimas. De alergia a la primavera. Al sol.
Antihistamínicos. Letargo. Entro en ese sueño, perezoso, de tardes
soleadas, de soledades, sola, sol de tarde de abril. Esa misma pereza
de pensar, de suspirar y de inspirar. Inhalar el polen que atonta los
sentidos y que altera mirespiración. Que me quita la tranquilidad,
aunque me haga sonreír por unos instantes. Ese polen invisible que te
rodea. Quien quiera que seas. El polen primaveral.
Alergia a la lluvia, al frío húmedo y aun abrazo cálido también. Qué
mal!
No me gusta la alergia, pero la tengo ahora. Es parte de mí y ya me he
acostumbrado... mal también!
Pero no sé que será peor: que esto se convierta en un estado alérgico
crónico, o tener que padecer un dolor agudo un par de veces al año...

martes, abril 05, 2005

Volando en círculos...

Circulo. todo comienza, todo empieza. Todo termina.Lo que empezó con un robo, terminó con otro, sólo que en el segundo síestabas vos para ayudarme. Vaya ayuda!No habían sido dos, sino tres los robos y las cosas robadas.Necesitaba que me devolvieras eso que te habías llevado: Mi paz. Misonrisa. Mi corazón.Círculo. Todo pasa. Todo sube y todo baja.Lo que comenzó como una duda mínima, terminó como otra duda. Máxima:"Mi duda tiene un nombre..." Cuando querías yo no y cuando yo quise yano querías. Así es el amor. Viene y se va... ¿Pero quién dijo amor? Yono. Todo se nubla. LLuvia. Sol. Lugar. Instante.Círculo. Todo cambia. Todo se enreda y se desenreda, o se enreda más...Lo que comenzó con un enredo mental en mi cabeza, terminó con un caosmental y matemático en la tuya. Con un desorden de sentimientos yfrases.De pensamientos e historias. De ilusiones y verdades. De olvidos ymemorias. De sonrisas y amarguras. De cafés y algo más... O algomenos.Y terminé hecha un colocho, un enredo, un lío, hecha bolas,círculos... Todo comienza, todo empieza. Todo termina. Más o menos. O más.

domingo, abril 03, 2005

Camino de los Fiordos

Un valle cubierto y escondido que sólo puedo imaginar en mi silencio. Hasta ahí te llevaba el tren que te dejó a medio camino y que dejó a medio camino mi sonrisa. Que te buscaba y no. Movimiento, sonidos. Amplios paisajes dormidos sin testigos, que nunca despertaron totalmente de este sueño para mis ojos, que estaban clavados en los tuyos. Nadando en no sé qué ríos u océanos desconocidos para mí, pero agradables y tranquilos. Y me sumergí en el sueño...Y todas tus palabras se convertían en poemas, rítmicos al paso del tren. "Verde que te quiero verde..." ¿los duendes son verdes o son azules? No lo sé, pero hacen magia como vos. Que me hipnotizaste por varias horas sin que me enterara del tiempo. El tiempo. ¡Maldito tiempo! Por qué pasas tan rápido cuando queremos más y te empeñas en ser lento cuando queremos menos... Dicen que los duendes se roban a los niños y se los llevan lejos, muy lejos. 
Yo era entonces una niña y me encontraba lejos. Y un duende me atrapó por unos instantes de mi vida. Y me pidió que le cantara una canción de cuna para dibujarla. Así lo hice. Y me atrapó con su sonrisa. ¿Los duendes saltan? pues yo creo que sí. Igual que poseen magia, hacen piruetas y flotan en el aire. Dan saltos y giros. Y no se cansan... No se cansan de bailar y de escuchar música. Como la que le regalé al duende. Pero esta tierra es tierra de fiordos y allí no habitan los duendes ¡sino los trolls! Que son horribles, tienen una cola y andan haciendo travesuras por ahí... Pero éste no era un troll, era un duende estoy segura, hermoso como el sol. Y de su boca solo salían frases hermosas. ¿En dónde viven los duendes, entonces? Quisiera saberlo para poder completar mi sonrisa algún día. Porque ahora sólo sé, que ese día iba hasta un valle cubierto y escondido que sólo puedo imaginar en mi silencio...

viernes, marzo 25, 2005

Silencio

La música no se puede escuchar en el vacío, pero tiene que existir un silecio previo para que aparezca.
Es este silencio el que me rodea ahora. El que me envuelve de nostalgia y añoranza. En el que sueño y te reinvento a cada instante. En el que me veo extraña y apacible. Sin ganas de tomar el mundo con mis manos y sin ganas de besar el aire frío. Sin ganas de que regrese el invierno y tener que usar zapatos para nieve.
No quiero que el tiempo se vuelva mi enemigo y me muestre la realidad de mis años. Tampoco quiero jugar con ese tiempo que ha madurado. Me he cansado de los gatos que juegan con una madeja de hilo y que esperan que se rompa sin hacer ruido. Sola. En silencio. No quiero tampoco bailar en el silencio de una estación: de tren. Invierno. Que se vaya el frío. No lo quiero. Prefiero ese silencio, mientras te espero. A que llegues junto a mí, suave, despacio, con tu música. Después del silencio!

martes, febrero 22, 2005

Mascarilla de oxígeno

¡Qué haría yo sin mis amigas!! son como el oxígeno qe me purifica le alma y me hace sonreír.
Cada palabra me hace crecer. Cada frase de apoyo, me devuelve la esperanza y el ánimo.
Y mi primo... con cada broma ilumina mi cara con la risa y me llena de optimismo.
Que haría yo sin ellos... son mi mascarilla de oxígeno para casos de emergencia.
Emergencias en que mi alma quiere apagarse y salir huyendo.
En las que mis sentimientos se diluyen en lágrimas sin sentido.
En las que mi corazón quiere salir por un poco de aire puro. Un poco de oxígeno.

lunes, febrero 14, 2005

Puente aéreo

"La piel es todo cuanto queremos que los otros vean, debajo de ella ni nosotros mismos conseguimos saber quiénes somos" (Saramago)
Pero a veces la piel no es suficiente para qe nos conozcan. es necesario a veces volverse transparente, hasta lograr que vean nuestro corazón. Aunque no sepamos muy bien qué es lo que éste quiere.
Otras veces hay que poner no piel, sino coraza para que no nos lastimen, de tan transparente y delgada que es nuestra piel, nuestra fachada, que se derrite, se deshace ante la mínima mirada de fuego o palabra hiriente. Ante la dureza de una frase. Ante el rigor de la incomprensión.
Eso es lo que me pasa, mi esqueleto de sentimientos tiembla y mi fachada de fortaleza se derrumba y se apaga mi sonrisa bajo la lluvia de mis lágrimas, hasta formar un río de dudas.
Y el agua del río sigue pasando bajo el puente transatlántico, aéreo, telefónico. Sigo sin saber cuando va a dejar de correr el agua, o cuando el puente va a caer definitivamente...

miércoles, febrero 09, 2005

Lluvia por dentro

A veces tengo la impresión de que todo es de mentira. Aquí hasta l lluvia es de mentira... llueve y no suena en los techos. llueve y no moja. Llueve y se seca con el viento. Simplemente llueve.
Pero esa vez la tormenta fue por dentro. No logró asomarse a mis ojos pero inundó mi corazón ¿Cómo se puede inundar un corazón de vacío? porque eso era lo que sentía... Lluvia vacía. ¿Pero de qué llora uno? ¿De tristeza? ¿De dolor? ¿A caso de rabia? o de duda... De incomprensión, de no saber... Es llanto de querer un abrazo y no tenerlo, de desear un beso y no conseguirlo. ¿Capricho acaso? ¿Soledad al fin? Es llorar por no sentir o sentir mucho. Llorar por no querer y querer tanto. Llorar por no decir y decir todo. Un llanto que resuena por dentro. Mientras iba caminando y el viento frío intentaba secar mis lágrimas. Unas lágrimas que no estaban de por sí. Porque se quedaron a medio camino. Como nosotros. Como esta historia que quedó a la mitad... Cortada por una frase y tres cuartetos. O algo más... Esa mañana en que la luvia llegó, mientras caminaba, tuve una certeza que no quería aceptar, hasta ahora: era la última vez que sentía tu calor al depertar.

sábado, enero 29, 2005

Ventisca

Una nueva palabra que aprendí hoy, al menos que interioricé y valoré.
También me di cuenta que lo que puede sonar negativo: "ventisca", puede ser emocionante y positivo para otras personas. Para todos. Por ejemplo, mi amiga Carolina se puso contenta ante la posibilidad, la sola posibilidad de que una ventisca detuviera el tren en el que viajábamos...
¿Cómo se puede estar contento ante el peligro? Hay personas así... Es la emoción de lo deconocido.
Felicidad, alegría, eso trae la ventisca: ¡Nieve! Blanco tranquilidad y paz. "No hay mal que por bien no venga". ¿Serán presagios? Felicidad. Yo silbo. Como la ventisca silba cuando pasa por los pinos, dejando su espíritu frío, pero inofensivo.
Como la ventisca,q ue deja su frío tranquilizante, paralizante... a veces es necesario que una ventisca detenga el tren en el que vamos, para reflexionar, pensar y poder silbar feliz, contenta, respirar profundo ese soplo de paz.
A veces es necesaria una ventisca que enfríe un poco las cosas... que traiga esa emoción al desconocer lo que pasará mañana...

jueves, enero 27, 2005

Temporal

Hoy desperté
y los ángeles habían estado llorando
lloraron por la noche,
de alegría y de placer.
Lloraron por ti y por mi.
Lloraron al recordarte
y me dejaron una huella frágil
para que te pensara.
Y me dejaron su aliento
álgido y volátil
que atavesaba mis huesos
y ue me hizo desear entonces
el calor de tus brazos
y tu mirada cálida.

Yo aquí y vos allá... yo aquí de temporal
con el alma y la piel congelada y vos allá tan cerca del mar...
Quién fuera ola enfurecida, para subir mojada hasta tu espalda
y saborear una a una, tus pecas saladas.

martes, enero 11, 2005

En las nubes

¿Cómo es que logras elevarme hasta tocar las nubes? ¿hsta sentirlas en mi cuello? (en mi nariz)
Y dejarme allí, hasta bajar lentamente como flotando a un profundo sueño.
No lo entiendo. Es más, ¿cómo lo lográs sin tener que explorar hasta el hastío?
Es esa lentitud de las cosas, que parece que todo flota y se mece en el aire... Esa paciencia, la calma, con al que me mirás y luego lentamente me vas tocando con al mirada. La forma en que te deslizas suavemente por mis pensamientos y por mi espalda después. La manera en quevas inundandotodos mis sentidos, despacio y sin prisa, como el vals...
Todo eso me tiene en las nubes, que condensan toda mi pasión y la precipitan hasta formar luego riachuelos de deseo y placer.
Nubes... que confunden mi cabeza y oscurecen mi alrededor. Presagios de tormenta y aguaceros, o chubascos ligeros de melancolía.
Nubes que me hacen sentir bien y luego mal, así son ellas... pero a veces hay que atravesarlas, es mejor y más placentero, a pasarlas de lejos y no sentir nunca esas gotitas suaves y frescas en la piel y el alma.