Retazos

A veces los mayores aprendizajes no tienen nada que ver con lo académico. Son más bien pequeños detalles, "tonteras importantes", que uno aprende para la vida.
Este post ni de casualidad me saldría en una sentada. Es escribir y guardar, escribir y guardar... Así, por pedacitos, de a poquitos, en retazos... Contiene una inmensa fuente de sabiduría, de conocimiento popular que he aprendido de la gente con la que me he topado en la vida, desde pequeña.
Como verán, son cosas muy simples, del día a día, "tips", dichos o frases que siempre me hacen reír, pequeños enunciados, extractos de filosofías de vida que he puesto en práctica o he incorporado a mi "base de datos".
Son legados que irremediablemente me hacen pensar en esa persona cada vez que son llamados por mi memoria a mi vida cotidianda.

Creo que ahí iré editando y añadiendo más conforme me vaya acordando...  Aquí están los primeros retazos: (que duraron casi 3 semanas en salir a la luz de la Internet)


"No se le arrime al sapo porque le echa leche" Mi papá (Yo tenía como tres años recién cumplidos) Este es el recuerdo más viejo que tengo, en el patio de mi casa, durante la fiesta del bautizo de mi hermano Mau. Varios años más tarde he comprendido cuánta sabiduría encerraba la frase y cuánta razón tenía mi papá. Hay que evitar los sapos. ¡De todo tipo!


"Hay que ponerse crema ojalá con filtro solar en la cara, para que no se le hagan espinillas ni manchas" Mi mamá (yo estaba en sexto grado de la escuela) Sin falta. Todos los días y hasta la fecha. El consejo más sabio que jamás me pudo haber dado.

"Tu pelo refleja tu estado de ánimo". Verónica (viéndose en el espejo del baño de la agencia). Demasiada verdad en siete palabras. El stress, la angustia, la tranquilidad, la alegría... No hay nada que hacer. El  pelo lo delata a uno.


"Cuando sirva un vaso con agua o fresco, no tiene que llenarlo todo, tiene que calcular dejar por lo menos un dedito en el borde" Mi abuelita (en su casa, cuando yo tenía como 8 años) Desde entonces, hago menos regueros en la mesa.


"La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena" Don Ramón (yo en la escuela) Entendido y anotado. Puesto en práctica de por vida.


"La octava maravilla envuelta en huevo" Naty y su mamá. Siempre que repito esta metáfora me río. Como si las cosas "envueltas en huevo" tuvieran más caché...


"Excelente desempeño" Los amigos del exnovio de Naty. (En un paseo a la playa) No hay nada como una frase para motivar a la gente! Se me pegó y se me pegó...


"Cuando uno aprieta el diafragma contra los pulmones y llena la boca de aire puede sacar el humo que sin querer ha tragado en un lugar cerrado" Juan Bautista. (En Sand, yo aún sin cédula) Lo hago inconscientemente y me "desintoxico" con una sonrisa al acordarme. 


"Lo primero que hay que pintar son los clavos, de uno en uno, para que no se herrumbren... si no, van a parecer como mosquitos rojos en el techo" Mi abuelito (pintando mi casa, cuando yo tenía como 7 años) Si pinto bien una pared, es porque lo aprendí de él...


"No estoy triste, simplemente estoy vivo" Pablo. (Y yo no estoy alegre, solo respiro profundo...) Desde entonces le doy un valor especial al chat, le doy más sentido a cada palabra y trato de descifrar cada frase que puede volverse poesía, historia o introspección.


"Cuando hago así, es porque estoy aburrido... o estoy probando la acústica del lugar. Cualquier lugar tiene acústica" El otro Pablo (y su sonido de gotita que hace con la boca). Les aseguro que ahora presto más atención a los sonidos en general.

"Tiene que calcular una cuarta del micrófono. Se le pone "esto" que es como una media, para que no popee. La sonrisa también se oye..." Roger (en diferentes épocas de mi vida). Me abrió los ojos y los oídos al mundo de la locución.


"Usted no ha estudiado tanto para hacer locuciones" Alberto (en el Hotel Herradura después de una entrega de premios). Gancho al hígado. Volví por dos años y medio a la publicidad, aprendí muchas cosas y me comencé a trazar otra ruta... pero me sigue gustando locutar y hablar, en general. Tal vez algún día tenga mi propio programa.


"¿Sabés qué significa la serendipia?" Manu (en el Pub, en una de tantas tertulias) Me gustó la palabrilla. Me sucede muy a menudo. A veces gobierna mi vida.


 "Después nos lo cobran como inteligente" Alejandro. (Ahí por San Pedro, diciéndome que cuidado atropellaba a alguien) Lloré de la risa. Me sigo riendo cuando lo repito.


"Ver y no tocar" Mi tía Flor (yo con seis años) No siempre lo pongo en práctica. Trato al máximo, pero ¡ay, cómo cuesta!


"El sabor que tiene la lasaña si usted le unta a la pasta queso crema antes de armarla, es totalmente diferente" Doña Juanita. La mamá de mi mejor amiga de la escuela me dio uno de los mejores tips de cocina en la vida para preparar una lasaña bolognesa. No falla.


"La receta de los frijoles molidos en pyrex" Rosa María. Yo sé que es facilísima, pero nunca me queda igual...


"El menú de dos quesoburguesas es el único que se puede comer mientras uno maneja. Ya soy experta" Marcela (mientras manejaba) Es cierto. Es la única comida, así tipo sandwich, que no se desarma mientras uno va en el carro. Consíganme otra...


"Ah sí... ¿ustedes son de esos?" Lucho (preguntándonos a Pablo y a mí si éramos de "pellizco en codo") Sin palabras. Una salida de esas memorables.

"Se pueden borrar los dolores musculares que se han quedado memorizados en su espalda o cuello, encontrando una posición de los brazos y la cabeza en la que ya no duela, aprentando en el lugar que dolía con los dedos y respirando profundo cinco veces hasta que se resetee el dolor". Jerusa (en su casa en Curri) Y pienso: si el corazón también es un músculo, ¿Habrá quinestecia para él?


"No hay que poner la misma canción a la misma hora, ni un día seguido, ni el mismo día de la semana... Después la gente oye siempre lo mismo cuando se sube al bus y cree que solo eso ponen en esa emisora..." Eliécer (en la finada Power 95)  Aplicándolo en macro significa: No haga las cosas siempre igual.


 "Un ejercicio para el dolor de cuello, con los brazos extendidos se mueve la cabeza de un lado al otro mientras se giran las manos pulgar arriba, pulgar abajo. La cabeza mira hacia el pulgar abajo" Don Ricardo (en Radio Eco). Siempre lo hago cuando me estreso.

"¿Qué es eso de Maritza? Tía Maritza... A los tíos y a las tías hay que decirles así..."  Mi Tía Maritza (y yo tenía como 6 años) Mis tíos son mis tíos y mis tías son mis tías... y les encajo esa palabra antes de su nombre. Siempre. Desde Entonces.

"Para lavarse los dientes bien, hay que hacer movimientos circulares con el cepillo, no solo arriba y abajo" Nadine. (En mi casa, yo tenía como 5 años) Desde entonces he tenido pocos problemas de encías.

"Yo no sé, pero a mi me gusta ponerle yogurt al pan, aquí se usa así..."  Christian (Desayunando en Bergen) A veces trato de hacerlo aquí. Pero no es el mismo pan, ni el mismo yogurt... 

"Yo tomo equinacea para no enfermarme"  Anita (mi roomie en Sacramento) Yo no tenía ni idea de qué era eso... Y tampoco es que me volví fanática. Pero es una de las cosas que me la recuerdan, entre otro montón de manías. 

"Para secar una espinilla o un barrito te podés poner dentrífico" Lorena en España. Infalible y hasta la fecha este es mi remedio nocturno, sin atentar a que se te caiga un pedazo de piel. Siempre pensé que te iba más ser doctora o algo así, Lore.


"Un corazoncito...  Nada puede superar el saber que hay otro corazoncito latiendo a 156 beats por minuto" Miguel (en Terrazas allá por Lindora). Los ojos le brillaban de la emoción. Y así fue cuando escuché la explicación más sincera y emotiva acerca del milagro de la vida.