Mis reflexiones sobre El Erotismo

Tema poco usual en este blog, pero bueno, no solo para reclamos, pachos y cursilerías funciona…
Surgió por varias razones, pero sobre todo porque me acordé de un curso de vestuario que llevé en la universidad y que tenía, como texto obligatorio el libro “El Erotismo” de Georges Bataille. Bueno ¿y qué tiene que ver el erotismo con el vestido?
Pues simple, con la ropa cubrimos o insinuamos todo lo que con el erotismo queremos descubrir...
El libro recoge una serie de estudios de este poeta, ensayista y novelista francés, y hace un recorrido por la historia y las diferentes manifestaciones de erotismo que han surgido en el ser humano; cuya diferencia de la actividad sexual simple o “animal” radica en una busqueda psicológica, que no tiene nada que ver con el fin natural dado en la reproducción y que incluso es capaz de transformarse en expresiones artísticas...
El libro en su totalidad es sumamente interesante, pero una de las partes más significativas, desde mi punto de vista, es la que habla de la transgresión. Ahí es donde se explica como "pasar la línea" o transgredir los límites establecidos, es lo que hace que una situación se vuelva “emocionante”, intrigante y que se convierta en deseo…
El erotismo nace también de la vergüenza sexual, de esa parte que no conocemos o que tendemos a ocultar de nosotros mismos; deseos muchas veces reprimidos y que, en tanto que logramos acercarnos más a ellos, van despertando en nosotros una inquietud o curiosidad... Volvemos al deseo.
Todos tenemos o sentimos ese deseo en mayor o menor grado, algunos saben cómo manifestarlo mejor que otros, otros los escondemos por ahí y sólo nos surge por quién sabe qué milagro del destino, que nos lleva a explorar más allá, a aventurarnos, a transgredir.
Eso me lleva a pensar que talvez no es que tengamos un lado oscuro u oculto, o tal vez si lo tenemos, pero le ponemos un nombre diferente, cuando lo más correcto sería decir que es nuestro lado erótico.