Hace mucho que no salgo de mí misma.
Como perdida en el espacio y el tiempo, me escondo, reflexiono y me sumerjo en no sé donde...
Sigo el juego del destino, que no sé adónde me lleva, pero que me lleva a algún lugar. Y trato de salir como de puntillas, con cuidado para no tropezar y no tener que esconderme de nuevo. Ese juego no me gusta. Camino, aunque con un poco de dolor, hablo haciendo pausas, río con cautela, juego. Veo una luz, por ahí, algo que me hace fruncir el ceño, y cubrirme la cara, pero que a la vez me llama hacia donde está. Son sus ojos que me están mirando...
miércoles, diciembre 21, 2005
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