Cuántas veces has cambiado de nombre.
Cuántas de color y sueños.
Despiertas de un lado del océano sin padre
y encuentras quien te engendre al ponerse el sol.
Cuántas veces te he imaginado, rosada, pálida,
latiendo un corazón que respira el frío del rocío.
Cuántas veces te he inventado, soñado
respirado tu perfume y te he escuchado llorando
aún antes de que comiences a hacerlo.
Aurora despierta, aurora dormida, sonriente y tierna.
Sigo buscando quien te arrulle, quien te quiera
ver abrir los ojos a un nuevo día.
Te construiré un futuro iluminado por tu mismo nombre
cuando llegues, si la noche terca deja de resistirse
y te permite aparecer.
viernes, julio 28, 2006
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2 comentarios:
Una delicia este puñado de hermosas letras que aquí regalas...Sí, una delicia.
Saludos nuevos.
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