A veces tengo la impresión de que todo es de mentira. Aquí hasta l lluvia es de mentira... llueve y no suena en los techos. llueve y no moja. Llueve y se seca con el viento. Simplemente llueve.
Pero esa vez la tormenta fue por dentro. No logró asomarse a mis ojos pero inundó mi corazón ¿Cómo se puede inundar un corazón de vacío? porque eso era lo que sentía... Lluvia vacía. ¿Pero de qué llora uno? ¿De tristeza? ¿De dolor? ¿A caso de rabia? o de duda... De incomprensión, de no saber... Es llanto de querer un abrazo y no tenerlo, de desear un beso y no conseguirlo. ¿Capricho acaso? ¿Soledad al fin? Es llorar por no sentir o sentir mucho. Llorar por no querer y querer tanto. Llorar por no decir y decir todo. Un llanto que resuena por dentro. Mientras iba caminando y el viento frío intentaba secar mis lágrimas. Unas lágrimas que no estaban de por sí. Porque se quedaron a medio camino. Como nosotros. Como esta historia que quedó a la mitad... Cortada por una frase y tres cuartetos. O algo más... Esa mañana en que la luvia llegó, mientras caminaba, tuve una certeza que no quería aceptar, hasta ahora: era la última vez que sentía tu calor al depertar.
miércoles, febrero 09, 2005
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