De tristezas, alegrias y enredos...

Con todo lo que me ha pasado últimamente, el huracán de sentimientos, la tristeza, la incertidumbre y las carreras que he pasado, no he podido tomarle el gusto a una noticia que me dieron recientemente y que, ahora que la asimilo, es de verdad emocionante.

En menos de un mes estaré en Cartagena, y si Dios me da y le da vida, conoceré al Premio Nobel de Literatura José Saramago, un escritor verdaderamente admirable, al que estoy segura muchos de mis amigos quisieran conocer... ¡Y ni les he contado!

Como me decía Naty: "yo estaría brincando en una pata", pues seguramente sí lo estaré. Todavía no termino de creérmelo. Además del viaje, ver a los amigos que hice cuatro años atrás y conocer a más personalidades del mundo político, cultural y social, tanto de Colombia, como de Europa.

Realmente es difícil pronosticar como será este reencuentro de Becas Líder, pero si por la víspera se saca el día, la experiencia será bastante inspiradora y nos traerá a todos muchos recuerdos de la edición original en Europa.

Sin embargo el nudo que tiene todavía mi corazón, le quita sangre y oxígeno al cerebro y me ha costado ponerme a pensar y a disfrutar de todos los preparativos para este viaje. Ando con mi pancita revuelta, se me quita el hambre y la falta de sueño se me sale por debajo de los ojos... Mi mente pasa volando hacia el norte, no me concentro y me cuesta pensar en otras cosas. ¿Es lo que llaman estar enamorada? Creo que tenía rato de no pasarme, o nunca lo había sentido así. Al menos no de una forma tan triste...