Yo era entonces una niña y me encontraba lejos. Y un duende me atrapó por unos instantes de mi vida. Y me pidió que le cantara una canción de cuna para dibujarla. Así lo hice. Y me atrapó con su sonrisa. ¿Los duendes saltan? pues yo creo que sí. Igual que poseen magia, hacen piruetas y flotan en el aire. Dan saltos y giros. Y no se cansan... No se cansan de bailar y de escuchar música. Como la que le regalé al duende. Pero esta tierra es tierra de fiordos y allí no habitan los duendes ¡sino los trolls! Que son horribles, tienen una cola y andan haciendo travesuras por ahí... Pero éste no era un troll, era un duende estoy segura, hermoso como el sol. Y de su boca solo salían frases hermosas. ¿En dónde viven los duendes, entonces? Quisiera saberlo para poder completar mi sonrisa algún día. Porque ahora sólo sé, que ese día iba hasta un valle cubierto y escondido que sólo puedo imaginar en mi silencio...
domingo, abril 03, 2005
Camino de los Fiordos
Un valle cubierto y escondido que sólo puedo imaginar en mi silencio. Hasta ahí te llevaba el tren que te dejó a medio camino y que dejó a medio camino mi sonrisa. Que te buscaba y no. Movimiento, sonidos. Amplios paisajes dormidos sin testigos, que nunca despertaron totalmente de este sueño para mis ojos, que estaban clavados en los tuyos. Nadando en no sé qué ríos u océanos desconocidos para mí, pero agradables y tranquilos. Y me sumergí en el sueño...Y todas tus palabras se convertían en poemas, rítmicos al paso del tren. "Verde que te quiero verde..." ¿los duendes son verdes o son azules? No lo sé, pero hacen magia como vos. Que me hipnotizaste por varias horas sin que me enterara del tiempo. El tiempo. ¡Maldito tiempo! Por qué pasas tan rápido cuando queremos más y te empeñas en ser lento cuando queremos menos... Dicen que los duendes se roban a los niños y se los llevan lejos, muy lejos.
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