viernes, noviembre 24, 2006

Se busca...

Se busca alguien que quiera enamorarse de mí.
La tarea no es tan fácil como pareciera, sobre todo en esta época en que la gente ya no quiere enamorarse... Son dos los principales motivos, creo yo: El primero por comodidad, porque al parecer, para muchos es más entretenido andar ligando, que estar pensando en una sola persona por mucho tiempo y construir algo juntos... No quieren complicarse, y los entiendo... Y el segundo motivo, que creo que es el que yo pondría, es porque la gente que sí quisiera complicarse un poquito, está decepcionada de sentirse engañada, está cansada de tener que estar separando cuerpo y alma a cada rato, de tener que estar escondiendo sus sentimientos, porque si a algo le ponés corazón, resulta que se asustan... Las personas están hartas de estarse ilusionado, desilusionando, ilusionando, desilusionando, ilusionando... entonces levantan esos muros, esas defensas de las que ya he hablado alguna vez y no se dejan querer ni quieren querer a nadie.

Para el puesto que ofrezco, se requiere mucha paciencia. También se requiere valor. ¿Te asustaste con esas dos palabras? Descalificado.
Lo cortés no quita lo valiente, dice el dicho... Pero lo valiente no tiene porqué quitar lo cortés. Quiero alguien que me diga cara a cara lo que siente, de la forma en que le salga mejor. Que no diga te quiero solo por decirlo, por costumbre, porque sí, quiero que esas palabras sean de verdad... Y si no quiere que yo me haga ilusiones, que me lo diga también, cuenta claras chocolate espeso. Es mejor y estaré sumamente agradecida, como una vez me pasó... tal vez esa persona nunca me quiso, o más o menos, o quizás sí, aunque una vez me lo dijo... creo que nunca lo sabré con certeza; pero lo que sí sé es que lo considero la persona más sincera del mundo, por una simple frase: no quiero que te ilusionés...

Ahí es donde radica lo valiente, en no tener miedo de lastimarme si no sienten lo mismo. Y tampoco tener miedo a verse enredado y dejarse enamorar si es el caso. No me sirve alguien que se asuste por dos palabras, cuatro frases o tres versos que yo diga...

También es necesario que la persona sea valiente porque el puesto estará constantemente supervisado por un sistema de intuición deductiva muy eficiente, que detecta hasta las más inocentes mentiras... a veces hasta sin querer. ¡Lo lamento! Es el riesgo en esta labor.

Pero claro, y aquí es donde entra doña paciencia. Hay que tener paciencia para no correr, no apurarse y después querer salir huyendo, paciencia para saber esperar el momento de pensar, de decir, de hacer... y paciencia para aguantar algunas perspicacias recelosas que contengo.

¡Ay! Y por favor, quiero un corazón que no esté enganchado a otros quehaceres, ya acabados, platónicos, o en otras partes del mundo... me parece de lo más patético estar compitiendo contra fantasmas. Y lo peor es que ya van varias batallas perdidas...

Pues eso busco... alguien valiente y paciente, que esté dispuesto a dejarse enamorar y a enamorarme. Eso último no es tan difícil, mis gustos son simples, como un té sin azúcar; simples los detalles, como un mensaje que me despierte o me arrulle y me haga sonreír; y mi corazón también es simple: o quiere o no quiere, sin medias tintas... así de simple, solo me enamoro.

Y creo que por eso estoy aquí, un viernes pasadas las 10 de la noche, metida en mi cama, en vez de estar ligando por ahí, en vez de descomplicarme la existencia, dejando el corazón guardado en la casa y saliendo; estoy sola conmigo misma, tratando de no enamorarme o de desenamorarme... Pero los versos no me dejan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me he permitido una pequeña incursión en vuestros dominios al haber sido provocado cuando me encontraba visitando a otra dama y como comprenderéis allí no era el lugar para ello.
“SE BUSCA” “¿SE ENCUENTRA?
¿Tal vez a mí? Pues ahora ya me veis mejor entre la sombra, si queréis avanzo un paso adelante del cuadro y me veis completamente ¿os enamorareis de mí? La tarea es bastante fácil si os apareciera, sobre todo en esta época que no estáis enamorada. Y dais los motivos por lo que NO darán los caballeros a vuestro lado: “una sola persona por mucho tiempo y construir algo juntos” es decir, que sois una acaparadora, no queréis repartir lo valioso que tenéis, eso es egocentrismo, pues lo bueno hay que repartirlo con “otras” también necesitadas, que hay muchas, hay que ser más cristiana. Después decís “construir algo juntos” es decir, si no es albañil o arquitecto de maquetas, difícil lo tiene o mejor dicho, ¡lo tenéis trabajando todo el día! normal que huya de tal castigo, menos mal que decís “no quieren complicarse y lo entiendo…” pues parece que no lo llegáis a entender. Y el segundo motivo, menos mal que lo llegáis a entender, ¡para no estar decepcionado! y ¡engañado! ¡desilusionados! Sí les hacéis “levantar esos muros, esas defensas” como os van a querer, si cuando llegaran a vos estarías exhaustos, por eso prefieren damas menos exigentes que vuestra excelencia o que ya tengan todo construido por otro, así menos trabajo.
Ahora comprendo el por qué exigís “para el puesto que ofrezco, se requiere mucha paciencia” ¡No me cabe la menor duda de ello! “también se requiere” ¡Sin duda ¡ y todavía pregunta vos si “¿Te asustaste con esas dos palabras? Preguntárselo al último. Y os agradezco encontrarme “descalificado”, que suerte la mía. Ni cortes ni valiente, como bien decís, porque no hay candidatos con esas condiciones Por eso yo os digo cara a cara “no quiero que te ilusiones…” y no hace falta que me lo agradezcáis, como os paso una vez.
Y os digo que yo no me asusto por “dos palabras, cuatro frases o tres versos…” pues yo me extiendo más en ello.
Y para mi mayor sorpresa “el puesto estará constantemente supervisado por un sistema…” ¡qué lo detecta todo! ¡qué sin vivir es estar a vuestro lado! Menudo riesgo de empresa, ¿y todavía os extraña la falta de candidatos…?
Y volvéis a aconsejar ¡ DOÑA PACIENCIA! ¡Con razón lo decís! Para no salir huyendo a galope tendido. Y aún decís” “aguantar algunas perspicacias recelosas..” pero señora mía es que tenéis todas las “virtudes” dejar algunas a las demás.
“No enganchado a otros quehaceres..” ¿pero da tiempo a poder hacer otra cosa ? y decís “estar compitiendo contra fantasmas” si con los terrenales no tuviera uno bastante para luchar contra los imaginarios, con razón son batallas perdidas… salvo que no este uno cuerdo.
Pues eso que buscáis…demasiado, yo me dejo enamorar y a enamoraros, esto último si leéis mi “reseña” a la cual afirmabais dudar, (ahora lo entiendo) “…cuando el fracaso no es una opción…” Y como os gustan las cosas simples, pues más simple que el que os escribe no encontraréis por mucho que buscarais, aunque "ya pa qué". No hay te quiero o flor que valga cuando ya uno ha dicho que no.
Y creo que por eso estoy aquí, un martes a las 10 de la mañana en hora Española, escribiendo para vuestra merced en vez de estar ligando por ahí, en vez de descomplicarme la existencia, dejando el corazón en el lado izquierdo de mi cuerpo, encontrándome solo conmigo mismo.

Tratando de encontrar el amor allá donde estuviere… pero los versos me abandonan y dirías vos:” los te quieros cuando uno está jalando, no después” Que razón tenéis. El caballero que extravío su sombra ¿o tal vez lo abandono? ¿o tal vez otro desafortunado efecto del calor?

Anónimo dijo...

Para que veáis que no anida en mi animo motivo alguno de reproche hacia vos (pues con las mujeres siempre me dejo vencer, soy un caballero) os adjunto una canción (en la cual NO me siento identificado) que os dará la cura secreta para los males de amores, seguirla a rajatabla, pues “uno se cura”.-

CANCIÓN: “Uno se cura” de Raulin Rosendo

“Aquí donde me ves,
una vez tuve un amor que era mi vida,
aquí como me ves,
yo la tuve que olvidar con el alma hecha trizas.

Y ahora siento que, con el tiempo,
el corazón cierra sus heridas,
cuando el amor dice adiós,
no es que el mundo se acabó.

Uno se cura, yo te juro amigo mío que uno se cura,
uno cae y se lastima, se destruye y se calcina,
se deprime y se aniquila, se atormenta sin medida, pero se cura.

Uno se cura, te aseguro amigo mío que uno se cura,
uno llora y se lamenta, junta rabia de impotencia,
se maltrata la existencia, y hasta pierde la cabeza,
pero después se cura, uno se cura.

Así como yo estoy, tranquilo y sin temor, también sufría,
Le tuve tanto amor, y ella me abandonó, y se reía.

Y ahora estoy mejor, me pude liberar de esa agonía,
el dolor ya se calmó y el recuerdo se esfumó.

Uno se cura, yo te juro amigo mío que uno se cura,
uno cae y se lastima, se destruye y se calcina,
se deprime y se aniquila, se atormenta sin medida, pero se cura.

Uno se cura, te aseguro amigo mío que uno se cura,
uno llora y se lamenta, junta rabia de impotencia,
se maltrata la existencia, y hasta pierde la cabeza,
pero después se cura, uno se cura.

Uno se cura, yo te juro amigo mío que uno se cura,
uno cae y se lastima, se destruye y se calcina,
se deprime y se aniquila, se atormenta sin medida, pero se cura.

Uno se cura, te aseguro amigo mío que uno se cura,
uno llora y se lamenta, junta rabia de impotencia,
se maltrata la existencia, y hasta pierde la cabeza,
pero después se cura, uno se cura.”