viernes, septiembre 28, 2007

Gracias a Dios por Internet

El otro día estuve leyendo en el blog de Denise, algo que me llamó la atención, por lo cierto que es… Y era que había quedado de verse con una amiga para “tomar café” por Internet, literalmente un “cybercafé”.
Es cierto que no es exactamente lo mismo pero en materia de relaciones interpersonales, gracias a Internet los vínculos entre las personas han evolucionado un montón. Somos muchas personas las que logramos mantenernos en contacto con los amigos y con la gente que queremos de una forma que, en otras condiciones sería más difícil, si no es que imposible y menos entretenida, si se me permite…
En mi caso tener una “cyberdate” con el que me gusta, puede ser de lo más emocionante que me pase; auque a veces es verdad que uno llega a aburrirse de los cyberbesos y los cyberabrazos… y quiere los de verdad, ¡pero ya! La cercanía y el calorcito de la otra persona siempre hacen falta…
Por eso a veces me cuesta entender a los que “se gustan” por Internet, sin saber cómo es la otra persona en tres dimensiones, cómo huele, como besa… Eso de conocer gente por Internet y enamorarse es de lo más bizarro… pero a algunos les ha funcionado.
Creo que las relaciones cybernáuticas, se vuelven incluso hasta excitantes para muchos, sobre todo si no conocen a la otra persona, por la intriga que se genera… Es ese cierto sentido de anonimato el que anima a algunos a decir o publicar cosas que nunca se hubieran atrevido si no fuera en un blog, en un foro o en un chat.
Los alteregos son muy útiles para este propósito. A muchos les ayuda estar detrás del teclado para decir las cosas, el nerviosismo no se ve… y se puede pensar un segundo antes de responder algo.
Si querés conocer más sobre alguien, solo hay que saber utilizar bien las herramientas que ofrece Internet. Todo aparece allí… es nada más de buscar. Creo que a Sherlock Holmes se le hubiera hecho más fácil resolver algunos casos, de haber contado con un browser... Como decía Naty: “youtube es el Google de ahora”.
Internet es bastante transparente. Aunque algunas amigas y yo concordamos en que en ocasiones es más bien demasiado transparente, al punto de ser estresante y malo para el hígado... vuelvo a las relaciones interpersonales: entre cielo, Internet y tierra no hay nada oculto, yuno se puede enterar de muchas cosas, a veces sin querer, recibir comentarios inapropiados o inoportunos y hasta generar malentendidos por algo que dijo o escribió.
Pero a pesar de estos chascarrillos, sigue siendo un valioso medio sobre todo por su inmediatez. Tus amigos pueden saber como te encontrás en este preciso momento, o algunas horas después, sin tener que esperar a que llegue la carta 15 días o un mes, aunque esta última sea más personal...
No es que me queje de la frialdad que a veces tiene Internet, o que quiera regresar al correo tradicional... pero ¡qué emocionante es recibir una tarjeta escrita a mano, con sello postal y cariño incluido desde otra parte del mundo!

6 comentarios:

Denise dijo...

Jajajaj, bueno, mi señor esposo y yo nos conocimos por internet, aunque esa historia te la cuento luego, es larga y no es la típica. Y el día de mi cyber café la pasé genial, me reí como nunca... es una ventaja casi siempre, aunque siento que hay gente que lo usa de excusas para no estar en carne y hueso. Creo que no sustituye el contacto humano pero puede reforzarlo.

Anónimo dijo...

Qué mal hacer chat aquí, pero esta vez se requetejustifica: aprovecho el post para saludarte Denise y desearte mucha felicidad en tu nueva etapa de casada.

Sobre el asunto de las cyber relaciones, a mí me resulta un poco difícil eso de, aunque ya uno conozca a la persona y haya estado con ella, mantenerse a punta de abrazos, besos y palabras virtuales.

Ya lo viví y también coincido en que es super recibir carticas al estilo tradicional. Yo tuve durante mis años de cole una noviecita gringa con quien, una vez que se marchó, mantuve una linda y febril relación epistolar que incluyó papeles perfumados y con motivos en los márgenes, collares, "casetes" del rockcito que nos gustaba y fotos de momentos importantes de la vida que no pudimos vivir juntos.

Fue duro y, después de ocho años, la cosa terminó languideciendo al consumirse la eterna e incumplida promesa del reencuentro.

Ay, qué triste me puse. Mejor lo dejo aquí. Lindo post LadyBug.

Nane dijo...

Esa historia no me la sabía, Denise.
Y qué varas las tuyas Nacho, haciendo chat... Pero se te perdona por la historia triste además de kitsch! sobre todo los cassetes!!! Y "lánguido" final :o( Snif!!

Anónimo dijo...

Así es, escuchar Pearl Jam me trae recuerditos de ese tiempo, no sé si será kitsch como decís, quizás un poco wachafo (citaría Naty a Vargas Llosa) pero fue lo que viví, me gustó, lo sufrí, ya pasó y, como todo en la vida, siempre queda en la memoria.

Naty dijo...

Mi Ladybug: pues las relaciones cibernéticas a mí me resultan de lo más chivas... la gente muchas veces dice por internet cosas que no se atrevería jamás a decir en persona.

Espero que mis tarjetitas, aunque sean nacionales, te alegren también.

Y ya que Nacho hace chat, pues yo también hago: nachis, ya te he dicho antes.. sos un wachafo con estilo único ;) (aunque me copiés mi manera de escribir eso :P )

Christian Bermúdez dijo...

no tengo mucha experiencia en la materia, pero ya ves, sino fuera por estas pantallas y teclitas no estaríamos al tanto el uno del otro... así que salud! por ello y nos vidrios... o nos pantallamos...