domingo, diciembre 12, 2004

Un poco de neblina

Cumplir años en una ciudad poco familiar y donde casi no conocés a nadie es un poco raro... No vas a llamar a los que conocés para decirles: "es mi cumpleaños". Por lo general uno espera que la gente se acuerde. ¿Y si no hay quién se acuerde?!!!
Entonces es cuando aparece la neblina de la tristeza, densa y melancólica. Aunque ese día hubo sol y el invierno parecía alejarse por unas horas para tratar de contentarme. Sin embargo cuando alguien que dice ser tu amigo; de tu nuevo gruo de amigos, te saluda y evidentemente ni le pasa por la cabeza que esa es una fecha especial para vos, es cuando uno dice: ¡Devuélvanme a mis amigos "de verdad"! Pero en fin, ¡oh, gloriosa tecnología! Mis amigos de verdad si se acordaron y me aterraron de saludos virtuales el "mail". Y el teléfono que cumple muy bien su función en estos casos de "acortar distancias" y "no alargar llamadas" me permitió escuchar de nuevo rápida y un poco cortante la voz de mi madre, cumpliendo su a cabalidad con su papel. Sólo hay una...
Las calles de Madrid se hacen eternas y el tiempo, que por lo general avanza rápido, esta vez se resistía a pasar veloz, como queriendo que disfrutara una mañana que no me hacía gracia para nada...
Otra vez el teléfono, esta vez si me sorprendí, una de esas llamadas que uno espera en ese día. Pero que en realidad si de verdad la esperara no tendría chiste... Vuelvo a explicar: una de esas llamadas que uno no espera, pero en el fondo desea. -¡Kaixo! El País Vasco al otro lado de la línea, o más bien de las ondas celulares. Todavía hay amigos de verdad.
Una cita para comer, una exposición interesante y una reunión de amigos fueron suficiente para reanimarme. ¡Sin contar los chocolates!
Unos pendientes, el bolígrafo con el suelo escribir, una libreta y un llavero. Un libro y unos zapatos de invierno... para mis pies congelados que no me dejan pensar. No está nada mal para ser nueva por aquí... vamos a ver si me quedan los zapatos.
Lo que sí es el colmo es que teniendo un hermano en esta misma ciudad, se haya acordado tres días después. Bueno, por lo menos llamó...

1 comentario:

Ladybug dijo...

Tienes un blog precioso, no soy objetiva porque la afinidad con el mio es muy significativa... ahora tendré que resistirme a poner ese fondo que se parece tanto al tuyo... lo del cumpleaños, las navidades, y demás son trampas mortales de la nostalgia, siempre se recuerdan mejor en pasado, que nunca fue mejor ;)