A la distancia, aun te llama mi memoria.
Destilo sueños escurridizos de deseo.
Me sumerjo en un abrazo cálido, empapado en un letargo, un abrazo que no existe. Un abrazo que es y que no es… que te busca, y te llama aunque no pueda.
Que por la noche te extraña y en la húmeda mañana te recuerda.
Un abrazo dorado por el sol, mojado por la lluvia, secado por el viento…
A la distancia, aunque el eco de tus palabras me envuelvan, y me arrullen, y me despierten, y me hagan sonreír… yo me sigo preguntando ¿Valdrá la pena seguir pensando?
lunes, octubre 16, 2006
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