viernes, diciembre 22, 2006

Yo tampoco entendí... pero me alegro

¿Qué pasa?
Cuando las ganas pueden más que una sonrisa o una mirada. Pueden más que uno mismo. Pueden más que todo lo que tengás en la cabeza. Todo lo que tengás planeado. Pensado. Decidido. Imaginado.
¿Qué pasó?
Que nos acercamos demasiado. Que simplemente te seguí. Que dije sí. Es más no dije nada. Nada más no me fui.
¿Qué pasa cuando pasa algo que no debió pasar?
Que te hizo abrazarme después. Que te hizo esconderte. Siempre pasa.
Tal vez ahora te sintás mal... Y aunque me querás ver. No podés. No te sale. O tal vez no estés pensando siquiera en mí...
En la china. En otra época, en otro lugar... tal vez cuando éramos niños. Tal vez en otra vida. En la dimensión desconocida. Tal vez otra vez nos toque volvernos a ver. O será que ya nos vimos y nada más no lo recordamos. No lo entiendo aún.

martes, noviembre 28, 2006

La calle del pensamiento

Pensando y pensando, escuchaba una canción cuando estaba sola, pensando y escuchando una canción que me hizo sonreír...

(...)

Por el puente de la esperanza
buscaba un rinconcito para la risa
pensando que ha valido la pena amarte
pasamos momentos tan flamenquitos
y vimos rinconcitos pa' enamorarse

La calle del pensamiento
me lleva a aquella orilla, no sé si te acuerdas
regálame la silla que tiene arte
yo paso por tu puerta casi to' los días
yo paso y tú decides cuando asomarte

Y hasta volvieron de las rimas
imágenes jugando, colgás de no sé qué
seguro que era abril
volvieron todas, todas menos una
que se olvidó de mí

Que el pañuelo es pa' llorarte
y no tiene remedio para el que componga
si alguna vez te encuentro por mi cobardía
te pienso dar de una
todos aquellos besos que te merecías...


sábado, noviembre 25, 2006

Nostalgias.

Como lo canta Calamaro:
Quiero emborrachar mi corazón para apagar un loco amor que, más que amor, es un sufrir (...) Llora mi alma de fantoche, sola y triste en esta noche, noche negra y sin estrellas (...) Quiero emborrachar mi corazón, para después poder brindar por los fracasos de un amor...

Hoy sí salgo, porque salgo. Pero no voy a emborracharme y me voy descorazonada. Porque el corazón me espanta y quiere quedarse solo para pensar, porque no lo dejo tranquilo nunca y está harto de mis vaivenes.
Hoy mi corazón me ha sacado a patadas del cuarto y no quiere que lo moleste. Quiere que me vaya lejos y que lo deje enterrar sus penas solito. Quiere tratar de reparar sus errores. Esconder su vergüenza y su estupidez. Pero sin mí, que no le ayudo mucho a latir...

viernes, noviembre 24, 2006

Se busca...

Se busca alguien que quiera enamorarse de mí.
La tarea no es tan fácil como pareciera, sobre todo en esta época en que la gente ya no quiere enamorarse... Son dos los principales motivos, creo yo: El primero por comodidad, porque al parecer, para muchos es más entretenido andar ligando, que estar pensando en una sola persona por mucho tiempo y construir algo juntos... No quieren complicarse, y los entiendo... Y el segundo motivo, que creo que es el que yo pondría, es porque la gente que sí quisiera complicarse un poquito, está decepcionada de sentirse engañada, está cansada de tener que estar separando cuerpo y alma a cada rato, de tener que estar escondiendo sus sentimientos, porque si a algo le ponés corazón, resulta que se asustan... Las personas están hartas de estarse ilusionado, desilusionando, ilusionando, desilusionando, ilusionando... entonces levantan esos muros, esas defensas de las que ya he hablado alguna vez y no se dejan querer ni quieren querer a nadie.

Para el puesto que ofrezco, se requiere mucha paciencia. También se requiere valor. ¿Te asustaste con esas dos palabras? Descalificado.
Lo cortés no quita lo valiente, dice el dicho... Pero lo valiente no tiene porqué quitar lo cortés. Quiero alguien que me diga cara a cara lo que siente, de la forma en que le salga mejor. Que no diga te quiero solo por decirlo, por costumbre, porque sí, quiero que esas palabras sean de verdad... Y si no quiere que yo me haga ilusiones, que me lo diga también, cuenta claras chocolate espeso. Es mejor y estaré sumamente agradecida, como una vez me pasó... tal vez esa persona nunca me quiso, o más o menos, o quizás sí, aunque una vez me lo dijo... creo que nunca lo sabré con certeza; pero lo que sí sé es que lo considero la persona más sincera del mundo, por una simple frase: no quiero que te ilusionés...

Ahí es donde radica lo valiente, en no tener miedo de lastimarme si no sienten lo mismo. Y tampoco tener miedo a verse enredado y dejarse enamorar si es el caso. No me sirve alguien que se asuste por dos palabras, cuatro frases o tres versos que yo diga...

También es necesario que la persona sea valiente porque el puesto estará constantemente supervisado por un sistema de intuición deductiva muy eficiente, que detecta hasta las más inocentes mentiras... a veces hasta sin querer. ¡Lo lamento! Es el riesgo en esta labor.

Pero claro, y aquí es donde entra doña paciencia. Hay que tener paciencia para no correr, no apurarse y después querer salir huyendo, paciencia para saber esperar el momento de pensar, de decir, de hacer... y paciencia para aguantar algunas perspicacias recelosas que contengo.

¡Ay! Y por favor, quiero un corazón que no esté enganchado a otros quehaceres, ya acabados, platónicos, o en otras partes del mundo... me parece de lo más patético estar compitiendo contra fantasmas. Y lo peor es que ya van varias batallas perdidas...

Pues eso busco... alguien valiente y paciente, que esté dispuesto a dejarse enamorar y a enamorarme. Eso último no es tan difícil, mis gustos son simples, como un té sin azúcar; simples los detalles, como un mensaje que me despierte o me arrulle y me haga sonreír; y mi corazón también es simple: o quiere o no quiere, sin medias tintas... así de simple, solo me enamoro.

Y creo que por eso estoy aquí, un viernes pasadas las 10 de la noche, metida en mi cama, en vez de estar ligando por ahí, en vez de descomplicarme la existencia, dejando el corazón guardado en la casa y saliendo; estoy sola conmigo misma, tratando de no enamorarme o de desenamorarme... Pero los versos no me dejan.

miércoles, noviembre 01, 2006

Desde mi ventana

Si mirás através de mi ventana podrás observar un cielo azul de sentimientos, con árboles dorados de alegría. Es como un retrato con una casa vieja que se mantiene en pie a pesar de los años. A pesar de la lluvia, las tormentas y el viento. Nada parece derribar a esa construcción tan sólida...
A esa casa también la envuelve el sol, lo que la hace cálida, siempre acogedora con sus invitados, con quienes llegan a habitarla y con quienes nunca se quieren ir...
Adentro de ella hay muchos recuerdos, de todo tipo: tristes, felices, nostálgicos. Decenas de rincones con elementos muy valiosos... Algunos son frágiles y se pueden romper fácilmente, por eso hay que entrar despacio, casi de puntillas y también tener cuidado al salir y cerrar la puerta, no vaya a ser que se caiga todo lo que queda dentro.
Esta casa también está rodeada de cables, que afean un poco el paisaje; sin embargo, esto es lo que la conecta con el mundo real, lo que la hace no ser perfecta y al mismo tiempo ser mejor...
Los cables, que muchas veces se enredan entre los árboles de felicidad y quiebran una que otra rama. Estos cables pueden pasar inadvertidos para quien prefiere ver la luz y los colores alegres através de mi ventana. Para quien puede quitarle el hollín, o desempañarla después de llorar, solo para ver qué hay dentro...
Es que el corazón es como una ventana por donde entran y salen los sentimientos. A veces es cuidada con esmero, otras veces es apedreada y se rompe en mil pedazos el cristal del amor.

lunes, octubre 16, 2006

Pregunta

A la distancia, aun te llama mi memoria.
Destilo sueños escurridizos de deseo.
Me sumerjo en un abrazo cálido, empapado en un letargo, un abrazo que no existe. Un abrazo que es y que no es… que te busca, y te llama aunque no pueda.
Que por la noche te extraña y en la húmeda mañana te recuerda.
Un abrazo dorado por el sol, mojado por la lluvia, secado por el viento…
A la distancia, aunque el eco de tus palabras me envuelvan, y me arrullen, y me despierten, y me hagan sonreír… yo me sigo preguntando ¿Valdrá la pena seguir pensando?

jueves, octubre 12, 2006

Lluvia

LLuvia y más lluvia. A veces salgo flotando entre los recuerdos mojados de lágrimas. De nostalgia... De naufragios e islas ausentes. LLuvia. Gotas. Una tras otra. que no dejan que se seque mi ansiedad y no dejan entibiar mi corazón. Lluvia, chubascos y truenos... me aturden y de repente, no sé ni para donde voy, me confunden, me cambian la dirección y pierdo el rumbo. Otra vez naufrago entre el silencio opacado por la lluvia.
¿Por qué no se detiene? ¿Por qué no para? Quiero ver el sol. Llueve más fuerte, se nubla mi corazón y se humedecen mis ojos. Se empañan mis ideas. De nuevo no veo el horizonte. No sé para donde ir.
Me gusta la lluvia, de vez en cuando. Lloviznas leves que te mojen la cara y te hagan recordar con el olor a tierra mojada, momentos que pasaron... Pero no estos momentos, no esta lluvia escandalosa que se cuela por mis huesos y empapa mis pies, mis rodillas, mis ilusiones.
No quiero esta lluvia, si no trae el sol con ella. No la quiero, si no trae una razón para esperar a que escampe y llenar mis sentidos con la tenue luz de la aurora.

lunes, octubre 02, 2006

Lagrima

Me prometí a mi misma no botar ni una lágrima por vos.
Nunca sentirme triste por algo que pudo ser, que pudo existir no solo en nuestros sueños, en mis palabras, en siete acordes.
Ni una sola lágrima que se secara con el sol madrileño, o con los primeros vientos del Norte.
Y de ahí regresabas, insistente, a mi memoria terca, que te recuerda en silencio, que solo escucha melodías lejanas, que ve y respira tu ausencia, sin decir nada, sin esperar nada...
Que se cansó de evocarte y pensarte. Sin una lágrima.
Tal vez eso me falte, una lágrima, que diluya por fin tu recuerdo, para olvidarte.

La ley de Murphy a medias

¿Qué tan difícil es escribir algo sobre la ley de Murphy?
Pues como suele suceder, me toca inventar algo sobre este tema y no bajan las musas... y estoy aquí hasta las tantas de la noche sin poder poner más que una frase inicial: "Si algo puede salir mal, etc."
Lo peor es que como es de esperar, me gustaría estar haciendo algo más producivo que viendo hacia el techo, apretando el botón del "maus" frente al monitor y tratando de calentarme las piernas que se congelan con el aire acondicionado...
Me gustaría que alguien estuviera a mi lado, contándome cosas divertidas, acariciando mi corazón con sus palabras, diciendo "buenas noches" como otras veces... Me gustaría estar durmiendo!!!
Pero la ley de Murphy nunca falla... sigo aquí medio despierta, medio dormida, medio escribiendo, medio pensando, medio deseando, medio soñando, medio amando...


viernes, septiembre 08, 2006

¿A vos no te pasa?

Que llegas a un punto en que sentís que ya has andado demasiado sin encontrar lo que buscás.
O lo habrás encontrado ya, pero un poco tarde, o muy temprano...
Que hay momentos en que decís que es mejor no esperar nada y sin embargo seguís esperando... un milagro a caso?
Crees haber tocado ya muychas vidas y cada una de ellas habrá recibido tu cariño, tu sonrisa, tus mejores instantes, solo cosas buenas de vos... y a vos no te queda nada de eso porque todo lo diste.
es difícil igualar tanta cantidad de sentimientos como los que tenés. Entonces al verse en desventaja, se intimidan o se aburren y se van, muchas veces sin decir ni gracias...
Y cuando llega ese momento es cuando sentís el vacío por dentro; porque si hacés un balance, te ha quedado muy poco y no has recibido casi nada a cambio.
Vos sabés igual que yo , que eso de "dar sin esperar recibir" solo aplica para las cosas materiales... en cuestión de sentimentos debe existir un equilibrio.
Y es tanto lo que has dado que sentís que te desgasta...
¿Te ha pasado alguna vez? ¿Muchas? ¿Te sentís igual que yo? Si es así, ¿dónde estás? Tal vez podríamos intercambiar lo poco que nos queda a ambos. Tal vez sos vos lo que he andado buscando...
Y este es el tiempo para nosotros...

viernes, julio 28, 2006

Aurora

Cuántas veces has cambiado de nombre.
Cuántas de color y sueños.
Despiertas de un lado del océano sin padre
y encuentras quien te engendre al ponerse el sol.
Cuántas veces te he imaginado, rosada, pálida,
latiendo un corazón que respira el frío del rocío.
Cuántas veces te he inventado, soñado
respirado tu perfume y te he escuchado llorando
aún antes de que comiences a hacerlo.
Aurora despierta, aurora dormida, sonriente y tierna.
Sigo buscando quien te arrulle, quien te quiera
ver abrir los ojos a un nuevo día.
Te construiré un futuro iluminado por tu mismo nombre
cuando llegues, si la noche terca deja de resistirse
y te permite aparecer.

sábado, julio 15, 2006

Arroz

Es lo que se suele tirar en las bodas para desear prosperidad y buena suerte a los novios. Blanco como la niñez, como la nostalgia y el recuerdo, como las nubes que pasaban por tu puerto, por tu puerta y llegaban hasta aquí con tus palabras.
Blanco como una hoja de papel, un e-mail vacío esperando algunos días para poder escribirte algo, esperando las palabras adecuadas para felicitarte.
No existiría en el mundo la cantidad de barcos capaces de llevar las toneladas de sacos de arroz que deseo enviarte. Y no cabrían en tu nuevo hogar todos esos sacos sinónimo de dicha.
Tampoco un abrazo a la distancia sería suficiente y un te quiero creo que no bastaría para transmitirte todos mis buenos deseos.
No se me ocurre nada más que dejar una memoria navegante y enviártela en una botella, a la deriva, cautelosa, llena de felicidad, de esa felicidad que compartiste conmigo y de la cual todavía guardo algunos cuantos granitos...

miércoles, mayo 24, 2006

¿Por qué?

Por qué me creo lo que me dicen los demás? Y luego termino ilusionándome... Es mejor ser racional y no descorazonarse, si el verbo existe.
A veces me siento montaña... ¿Gigante? No, erosionada. Desgastada. De dar su mejor esfuerzo y no recibir ni una gota de rocío.
¿Has escuchado la historia del principito? Y su conversación con el zorro que le decía "domestícame"...
Pues yo te digo lo contrario, no me "desdomestiques", si la palabra existe... No me quites lo que ya me diste. No te lleves lo que me has dejado. No me des razones para dudar...

viernes, mayo 12, 2006

Esas nubes

¿Habrá uno o varios tipos de "soledades"? Porque en mi caso es diferente cada vez que me siento sola...
Sin embargo, estar sola y a oscuras es de lo peor que puede pasarte. Parece que no hay esperanza al otro lado de la ventana.
Hay días en que sólo quieres un abrazo en la oscuridad. Son esos días que no tienen nunguna luz porque están sellados por un muro de nubes negras que no te dejan ver nada.
Esos días son lo que más necesito de ese abrazo, me me ayude a aclarar la nubes mentales que me atraviesan con sus truenos.
Un abrazo tan cálido que las evapore al instante...

domingo, enero 29, 2006

El año perro...

Espero que sea perro, pero de los fieles...
Que como los perros pueda enterrar uno que otro hueso, para después desenterrarlo con satisfacción.
Que como ellos pueda ladrar y hacer bulla en alguna parte.
Y que pueda andar para allá y para acá... por todo el mundo!
Que no me salgan muchas pulgas y que me regalen juguetitos interesantes.
Si fuera perro, me gustaría no tener que usar collar ni correa.
SI fuera perro... ¿sería uno de esos caniches gigantes color negro??

martes, enero 24, 2006

Una imagen

Un congelado en el tiempo
Imágenes estáticas que me traen recuerdos.
¿Será que eso es lo más que llegaré a ser para vos?
Una imagen, un cuadrito de entre los miles
que conforman tu complicado ser.
Una nota más en tu pentagrama.
O quizás menos... una risa, un susurro vacío.
Espero que no.
¿Dónde habrás guardado esas imágenes, mis caricias,
mis letras... las guardarás?
Espero que sí.
¿Te olvidarás de lo que decías y de la suave melodía
que repetías en mi oído?
Espero que no.
¿Te habré dicho algún día que te quería,
que te quise con toda el alma?
Espero que sí..




domingo, enero 01, 2006

Espuma

Esa espuma que queda de los recuerdos...
Una espuma sutil que te hace cosquillas en los pies y en el corazón.
Que se desvanece poco a poco y se va secando con las alegrías y las congojas de la vida; pero que cuando una oleada de nostalgia aparece, vuelve a crecer hasta querer ahogarse en lágrimas de nuevo.
Esa espuma es la que me toca los talones de vez en cuando, cada vez que las olas llegan hasta aquí, al otro lado del mar. Un mar que es tuyo y que es mío, aunque tenga diferentes nombres.